El socialismo de siempre: Los falsificadores (432)

El socialismo tiene antecedentes de todo tipo que no conviene olvidar de cara a las próximas elecciones generales. Hubo una etapa, tanto en la oposición como en el Gobierno, que ese partido se especializó en la falsificación de documentos. En el siguiente artículo se recuerdan tres de esos casos. Eso sí, en esta serie de "El socialismo de siempre" no me cansaré nunca de asegurar que hay socialistas admirables, lástima que ninguno de ellos tenga el poder suficiente como para enderezar al partido.

En el PSOE nos las habemos con unos profesionales de la manipulación de documentos. Y no me refiero a los distintos gobiernos de Mister X, tan corruptos ellos y tan amigos de embolsarse la pasta de todos. No, ahora hablo del socialismo de Zapatero, cuyos integrantes o subalternos poseen ya tres casos demostrados de manipulación documental:

El primero de ellos lo produjo nada menos que Jesús Caldera, entonces en la oposición, cuando borró con Típex parte de un documento oficial que debía acusar al gobierno del PP en relación al tema Prestige. La manipulación del torpe Caldera —desde entonces poco ha mejorado en su torpeza— quedó al descubierto y con ella el instinto de una tropa socialista a la que se le adivinaba ya que estaba dispuesta a todo con tal de llegar al poder. Y no digamos nada si lo que se pretendía era mantenerse en la poltrona.

El segundo caso fue mucho más grave: Por órdenes del delegado del Gobierno en Madrid —cesado por dejarse coger, no por ser un auténtico sinvergüenza—, se alteró el informe policial que demostraba la incorrecta detención de dos militantes del PP que habían participado en una manifestación a favor de las víctimas del terrorismo. Bono acudió a esa manifestación, otros le dijeron lo que pensaban de él, se sintió agredido y puso una denuncia falsa en la que acusaba a gente de su alrededor de usar la violencia. Era preciso contar con agresores y fueron a buscar a dos pobres ancianos que aparecían en la foto.

El tercer caso no es que sea grave, es que demuestra la infame trayectoria de un gobierno que parece cada día más ilegal, ilegítimo e injusto y está obsesionado por realizar un cambio de régimen usando para ello la puerta falsa. De ahí que necesite pactar con los terroristas etarras, con los que lleva negociado desde que se encontraba en la oposición (año 2002), y por lo tanto precisa que nada relacione a la ETA con el 11-M. Sabe el gobierno socialista que, de confirmarse esa relación algún día, la mayoría de los ciudadanos le retiraría su apoyo en las siguientes elecciones o quizá para siempre. De modo que los funcionarios policiales adictos al PSOE, algunos de ellos aleccionados en la propia sede del partido, no se cortaron un pelo a la hora de mutilar el informe emitido por otros tres funcionarios especialistas, a los que les han convertido dicho informe en un borrador. En tal sentido, el PP sugiereque la "manipulación" del documento se podría haber decidido en unasede del PSOE.

Esto es lo que hay demostrado hasta ahora en el aspecto documental respecto a una caterva de impresentables alojados en el poder y llegados a él mediante el método de la agitación, la propaganda y el asalto a las sedes del entonces partido en el Gobierno. La pregunta que cabe formularse a partir de unos hechos constatados es: ¿Hay alguien capaz de concebir todo lo que nos ocultan o todo lo que han manipulado los socialistas? Un gran poeta italiano sintetizó magistralmente la desconfianza que es preciso sentir ante ciertos gobiernos de antecedentes delictivos y sectarios: “No se confíe al mar quien tema al viento”. 

Artículo revisado, insertado el 22 de septiembre de 2006 en Batiburrillo de Red Liberal

PD: Recuérdese que estos antecedentes son de la etapa del socialista Zapatero, cuyo heredero fue derrotado en las urnas hace apenas cuatro años. Recuérdese asimismo que del actual secretario general del PSOE, un tal Pedro Sánchez, hay bastante gente que opina (comenzando por mí mismo) que es una especie de ZP pero con mayor mala leche.