Barcelona es una ciudad encantadora, pero sería la ciudad perfecta si no hubiera tanto populista y nacionalista aprovechándose de lo que otros han creado. |
La llegada de los populistas a los ayuntamientos,
acompañados normalmente de lo más putrefacto de otros partidos de izquierdas —casos ERC, CUP
o Compromís, 100% de ideología degenerada— supone la apertura de una nueva
edición de ese viejo instinto cainita denominado Las dos Españas. Pero si se me apura, estos de ahora van más allá
porque el odio que sienten hacia nuestra patria común les tiene envenenada el alma y por eso
pretenden establecer la anti España, que es lo que realmente les mola. Por
descontado que el asalto de las alcaldías en unas cuantas ciudades importantes
—y que conste que asalto es la
palabra adecuada visto a qué se han dedicado los populistas—, no hubiera sido
posible sin ese PSOE desnortado —que además ha purgado a sus miembros más
prudentes—, al que Pedro Sánchez, con tal de mear más lejos que el Coletas, está convirtiendo en una
formación ostensiblemente radical, pero solamente contra el PP.
Una muestra del comportamiento de los nuevos
ayuntamientos viene dada por la propuesta de ERC en Barcelona, que al hilo de
lo que asimismo pretenden hacer con las calles en Madrid —eliminar todo lo que
a ellos les suene a franquista—, reclama una ciudad libre de nomenclatura borbónica,
dinastía considerada maldita por el partido separatista ERC (Pujol ya dijo que quería volver a los Austrias). De ahí que ahora
pretendan que desaparezcan calles y plazas como María Cristina, Isabel II,
Alfonso XIII, etc. En palabras de Alfred Bosch, la razón adicional es que esos
personajes "Poseen un pasado dudoso".
Veamos, si según argumenta Alfred Bosch un pasado
dudoso sirve para que a uno le quiten la calle aunque haya sido rey de España
—o precisamente por ser rey—, ¿qué habría que hacer cuando un pasado es tan
meridianamente claro como el de algunos delincuentes políticos? Pondré un par de
ejemplos: Francesc Macià
i Llussà y Lluís Companys i Jover, ambos de Esquerra Republicana de Catalunya,
fueron dos políticos que intentaron una invasión armada —Macià— y sendos golpes de estado, en los
años 1931 y 1934, respectivamente, y además participaron en actividades que
ocasionaron centenares de muertes. Bien, pues esos delincuentes tienen
asignados espacios públicos en Barcelona. Francesc Macià una plaza importante y
Lluís Companys un paseo y un estadio, el de la Olimpiada del 92. ¿Por qué está
bien que haya calles dedicadas a la gente más que dudosa de ERC y hay que
eliminar las de los Borbones? Además, ¿quién decide que grado de duda posee tal
o cual personaje histórico? ¿Tú, Bosch? ¿Lo decidís tú y tus compinches?
¡Por
Dios, frenemos a esta gentuza en las urnas o de España no quedará ni el recuerdo!
Esa gentuza es muy fácil de frenar, basta con que haya un gobierno que gobierne.
ResponderEliminarDesgraciadamente desde Aznar los gobiernos han hecho lo que a ellos les convenía no lo que convenía a los españoles.
Pomocionar a esta gente ha sido la jugada de la casta, la gente está aterrorizada y votarán al pp no por miedo, sino por terror y le darán carta blanca para que remate la faena.
El porvenir es buenísimo, o gobierna la nueva casta, con lo que la ruina es segura o gobierna la casta de toda la vida, con lo que la esclavitud y la tiranía son seguras.
Pacococo
El inicio del comentario es bueno. El final es, a mi juicio, un disparate: No creo ni de lejos que si vuelve a ganar el PP sean seguras la esclavitud y la tiranía, porque de ser cierto, con mayoría absoluta ahora estaríamos en plena esclavitud.
EliminarNo te lo tomes como un reproche, pero un disparate puede estropear un buen comentario. Supongo que con los artículos ocurrirá lo mismo, de ahí que yo no descarte mis propios disparates.