La opinión del jefe de los Ciudadanos tiene mucho peso. Si se considera que Rivera conoce como nadie lo que sucede en el submundo
nacionalista catalán, su opinión es casi una prueba de que Pedro Sánchez
—también conocido como 'Pardillo'-Sánchez o el que habló de 'eliminar el
Ministerio de Defensa'-Sánchez— no pasa de ser un clon de ZP, con su misma majadería, tal vez incrementada, y una falta total de perspicacia respecto al nacionalismo, pero sin esa sonrisa
bobalicona que el talantudo exhibía como una máscara fijada con tornillos.
Pardillo Sánchez, alias Perico el Largo |
Debe decirse que la expresión más habitual de
Sánchez es la que antecede al mordisco, muy especialmente cuando debe hacer
algún tipo de referencia al PP. Un mordisco que a veces puede ser bastante colérico
incluso entre los suyos, o si no que le pregunten al socialista madrileño
Antonio Miguel Carmona y a otros socialistas arrojados igualmente al muladar.
Carmona se mostró inicialmente contento de ser el portavoz de los socialistas en el
ayuntamiento de Madrid (una vez que dejó de ser alcalde al comprobar la única encuesta real, las elecciones), hasta que advirtió un dolor profundo a la altura de la yugular y al
tocarse descubrió incrustado un cacho de colmillo de Perico el Largo, con un
mensaje grabado en el colmillo que decía así respecto a su cargo de portavoz:
¡Expropiese!, al más puro estilo chavista. Así que Carmona quedó degradado y renegando
lo suyo pasó a ser un concejalillo del montón.
Ahora, en una venganza más o menos pusilánime,
Carmona trata de impugnar los resultados de la Ejecutiva madrileña del PSOE,
creído de que así puede perturbar a Sánchez, pero si de verdad de verdad de la
buena quiere darle una patada en respuesta a la que él recibió, lo más directo —y
encima sin papeleo— es prometerle a Esperanza Aguirre el voto que le falta para
una moción de censura a esa cosa rara que se llama Carmena y que se dedica a
todo menos a gobernar el ayuntamiento de Madrid, nada menos.
Podría ser una moción de esas que duran tres días
y donde Carmona pueda explicar con pelos y señales que el seguirá siendo
socialista toda su vida —como ha afirmado toda su vida—, pero que se ha visto
obligado a reaccionar así porque el tal Sánchez es un víbora y por lo tanto
nada fiable para los españoles en el caso de alcanzar la Moncloa, ya que existe
una posibilidad, pequeña pero cierta, de que Perico el Largo llegue al Gobierno
de España acompañado de cuanta banda de encanallados tenemos hoy en el panorama
político. En cuyo momento, a la llegada de Perico a la Moncloa, España dejará
de ser España y se convertirá en ese resto.
Sobre todo si Sánchez pone en práctica sus deseos
declarados sobre la singularidad catalana. Toda una frase a la que Abert Rivera ha
apostillado que "Los catalanes con sentido común no queremos
ser mejor que nadie, o diferentes, sino vivir mejor. Me preocupa que Sánchez
cometa los mismos errores que Zapatero. Empezó prometiendo un Estatuto con
privilegios para Cataluña y acabó pactando dos tripartitos con ERC".
Y Rivera concluyó así su respuesta a Sánchez: "Le advierto, y tengo experiencia
en esto, que no va a
contentar a los separatistas con ninguna propuesta que no sea la secesión".
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