De izquierda a derecha: El Uno y el Dos |
Me resisto a
creer que España acabe rota o deshilachada como consecuencia de la triste
actuación de un bobo (Dos) rodeado de sabandijas, las más de ellas
separatistas. Un bobo sobre el que existe, además, todo un poder moderador (Uno)
que no modera nada y se mantiene en una feliz pasividad dinástica.
El moderador
Tiempo atrás,
sobre el año 81, el entonces inexperto y dicen que casi menesteroso moderador (Uno)
se asomó a las pantallas de nuestros hogares y nos informó de las instrucciones
taxativas que había impartido a las distintas capitanías y acuartelamientos.
Cuentan, incluso, que tras el mensaje ante las cámaras aseguró a sus allegados
que él sólo se iría de España con los pies por delante, lo que fue una forma de
indicarles que aún permanecía con los bolsillos vacíos.
El bobo
Vayamos ahora
por el bobo, también conocido como el listillo. Lo primero que debería
destacarse de él es la sensación penosa que nos ofrece a algunos de estar
sometido al control férreo del Comité Sindical de La Moncloa: Horario de
oficina con jornada intensiva de lunes a viernes, más sus vacaciones anuales y
días por asuntos propios como corresponden a todo funcionario que se precie. Que
para eso están los convenios, ¡leñe! Y el DOS tiene que dar ejemplo.
Si uno tiene la
suficiente habilidad para buscar en la Red, hallará innumerables páginas que
nos describen hasta el más ligero pensamiento de cualquiera de nuestros
políticos. Debo confesar que estoy asustado, no sé hasta dónde vamos a llegar
con esto de Internet. Hoy he topado con una de esas páginas y el resultado ha
sido este que copio y pego; eso sí, siento no poner el enlace completo por
cuestiones técnicas (hay tres subdominios). Bueno, en realidad no lo pongo para
evitar que me acusen de plagio, pero que conste que la página empezaba así:
www.bobilandia/veteasaber/ostraspedrin/...plaf
y en ella podía leerse una selección de pensamientos de estadistas de primera fila. Lo que no he podido descubrir aún es a quiénes corresponden tales pensamientos. Por si acaso aquí dejo unos cuantos que parecen de la misma persona. Bueno, en el argot de la Web no se le llama persona, se le cita como "fuente".
y en ella podía leerse una selección de pensamientos de estadistas de primera fila. Lo que no he podido descubrir aún es a quiénes corresponden tales pensamientos. Por si acaso aquí dejo unos cuantos que parecen de la misma persona. Bueno, en el argot de la Web no se le llama persona, se le cita como "fuente".
Intento 1. Nada,
no responde, quizá no estén bien conectados todos los electrodos. ¡Nene, revisa
el cable amarillo! ¿Lo has revisado ya? ¿Qué está bien “agarrao”? Nada, que no
hay manera, ¡esta fuente está seca!
Intento 2. Me
parece que era cosa del osciloscopio, que necesita calentarse un buen rato
cuando las fuentes están así de frías. Ya, ya parece que funciona. ¡Contra,
ahora da señal plana! ¡Qué paciencia hay que tener!
Intento 3.
Hombre, menos mal, ya comienza a oscilar. ¡Nene, conecta el audio y prepara la
grabadora! No, si al final le vamos a sacar a esta fuente hasta lo que pensó en
la boda de su primo. Sí, hombre sí, aquella en la que se presentó con traje
oscuro y calcetines blancos, en plan lolailo.
Intento 4.
Espera, espera, que ya se oye algo.... “Voy por ti...., voy por ti...” ¿Qué
narices querrá decir? A que resulta que está persiguiendo a su santa para un
“ñaca ñaca” estival.
Pasan siete
horas, con períodos prolongados de encefalograma plano, y al final nuestros
técnicos logran grabar con total nitidez el pensamiento de la fuente, también
conocido como el listillo. He aquí una selección representativa de ese espíritu
dispuesto a afrontar todo tipo de contrariedades y a exhibir ante nosotros su
capacidad innata de mando:
Intento 398.
“Que hay una gala para el reparto de los premios Goya. Pues al día siguiente
pido que llamen al Presidente de Polonia y le digan que estoy malito en cama,
con fiebre, que a fin de cuentas ya me he pasado de horas y... para lo que
pagan”.
Intento 414.
“Que se queman dos provincias andaluzas y el incendio me pilla en un yate en
Menorca. Pues sigo tan ricamente con mis chapuzones y ya escampará la lluvia,
digo... el fuego”.
Intento 623.
"Que mientras me encuentro en la Ópera ocurre tres cuartos de lo mismo en
Guadalajara, donde se carboniza todo el Alto Tajo y además se producen 11
víctimas mortales. ¡Ostras, aquí he tenido suerte! Tengo la excusa perfecta
para no perderme el final de “La Flauta Mágica” y confirmar si, como todo
apunta a ello, el asesino es el mayordomo. Y esa excusa fantástica es...
¡tachán!, que dos o tres días más tarde debo hacer un viaje a China. ¡Y eso
cansa horrores! Necesito tomarme mi tiempo y estar preparado, porque no es nada
fácil ponerle cara de chino a un chino".
Intento 1008.
“Que me encuentro en Lanzarote y Pepe no para de llamarme porque han atacado
uno de nuestros helicópteros en Afganistán, pues le pido que me mantenga
informado y si cuando llame de nuevo estoy en la piscina que deje el recado”.
Intento 1009.
“¿Cómo, que se han producido 17 muertes y varios heridos? Oye, Pepe, vete a
buscarlos y avísame cuando salgáis para acá. Creo que tardaremos más o menos lo
mismo en llegar a Madrid. Allí nos veremos. Y nada de que ha sido un ataque,
que nosotros no estamos en ninguna guerra. Sí, sí, me parece bien que la medalla
no lleve distintivo rojo, como si fuese un accidente. Ah, y nada de himnos ni
demostraciones de patriotismo, que luego Josep Lluís se cabrea conmigo y me
retira el título de “no nacionalista español”. Sí, sí, de acuerdo, esta vez que
las banderas no sean del partido, como en Sevilla.”
Intento 1010.
“Bueno, menos mal, todo ha terminado. ¡Qué pesadez de funeral y cómo se enrolló
el castrense! Me vuelvo a La Mareta en Lanzarote, que uno tiene derecho a que
no le interrumpan las vacaciones. Ah, Pepe, que no se te olvide que al
Parlamento vas tú y les dices con tu buena labia de siempre lo que hemos
acordado. ¡De guerra nada, faltaría más! Ya sabes: ¡No a la guerra, nunca mais,
Aznar asesino...!".
Intento 1024.
“Espera, nena, que me ducho primero y entro contigo en la piscina. ¡Menudos
chapuzones me he perdido en Madrid!”.
¿Y en manos de
gente así está nuestra nación? ¡Dios nos asista!
* Moliente es
una palabra que deriva del verbo moler, solo que en el caso que nos ocupa más
bien parece emparentada al término molicie, que entre otras cosas significa
afición al regalo, a no hacer nada, a dejarse llevar por las circunstancias y a
buscar siempre la vida placentera, eludiendo las complicaciones, los
compromisos o las responsabilidades que conllevan el cargo.
Artículo revisado, insertado el 25 de agosto de 2005 en Batiburrillo de Red Liberal
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