El
Partido Nacionalista vasco entregará mañana los premios Sabino
Arana correspondientes al año 2005. Esta vez han recaído en Jordi
Pujol, “por su compromiso con la tolerancia y la libertad” y en el obispo "demérito" José María Setien, por su
“respeto por la pluralidad y su rechazo a la violencia”. ¡Madre del amor
hermoso! O yo no vivo en este mundo, que es lo más probable, o el PNV comete
una triple inmoralidad: Mantener año tras año el nombre del premio, para
vergüenza ajena, y elegir a esos dos fulanos para ser premiados a causa de la razones
que se aluden.
Desconozco las personas que componen el jurado para la concesión
de los premios Sabino Arana, pero adjudicarle compromiso con la tolerancia y la
libertad a un maldito sectario como Pujol, principal culpable de la horrorosa
opresión política que se vive en Cataluña —nada hubiera sido posible sin su aberrante
adoctrinamiento de la población catalana durante más de 30 años— es algo de la
misma categoría obscena que cuando el etarra Ternera fue elegido presidente de
la Comisión de derechos humanos del Parlamento vasco, con los votos a favor del
PNV.
En
cuanto a Setien, premiado por “su respeto a la pluralidad”, está claro que sólo
puede llegar a recibir un premio así de manos del PNV y jamás de institución
alguna que de verdad sea democrática. El obispo no es que no respetase la
pluralidad, es que siempre se mantuvo mucho más cerca del nacionalismo, indecentemente
más cerca, que de cualquier otra causa, incluyendo el cristianismo
al que estaba obligado a servir por su condición de sacerdote católico.
Pero
qué puede esperarse de un partido político cuyo referente ideológico, Arana,
fue un xenófobo miserable y un falsario. Pues muy sencillo, que reparta los
premios entre quienes son de su misma condición. Al menos en eso son
coherentes. Con su pan se lo coman todos estos repelentes personajes, tanto los
premiados como los premiadores. No tengo ninguna duda de que la Historia dará
buena cuenta de ellos y archivará sus biografías en la “I” de inmorales. Lo
único que siento es que, mientras tanto, en dos queridas regiones de España,
como son Cataluña y Vasconia, una parte importante de sus poblaciones se halle
marginada a causa del totalitarismo que las gobierna.
Y
si hablamos de lo que quizá sientan los premiados, probablemente estarán contentos de que les
sea reconocida por el nacionalismo primo hermano su condición de “robamelones”.
Porque aceptar esos premios procedentes de un partido desleal, intolerante y
liberticida es exactamente lo mismo que si se agacharan a atarse el zapato en
medio de un campo de melones. Nadie creería de verdad que la intención no era
la de arrancar un buen ejemplar que llevarse a casa. ¡Qué degradación de
nacionalismo, cómo se revuelcan juntos!
Artículo revisado, insertado el 28 de enero de 2006 en Batiburrillo de Red Liberal
En los últimos momentos de su vida, el bueno de D. Sabino recuperó la lucidez, como D. Quijote y renegó en algunos escritos de todo lo anteriro. Esos escritos se guardan cuidadosamente no sea que la gente comprenda algunas cosas.
ResponderEliminarSiempre ha ocurrido igual, los canallas se ayudan entre sí. No hay más que ver la cantidad de premios y subvenciones que se reparten entre ellos. Hasta la comida que reparten, que se supone es para los necesitados, se la dan a los amigos que no la necesitan y a los no amigos, que se mueran.
Pacococo
La respuesta que da el PNV al arrepentimiento de Arana es que usó una estrategia para eludir a sus enemigos, incluida la Policía española, que le iba detrás desde que felicitó por telegrama al presidente americano por la derrota española en Cuba.
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